Uveítis

¿Qué es la uveítis?

La uveítis es la inflamación, que se manifiesta con enrojecimiento e hinchazón, de la capa intermedia del globo ocular, conocida como úvea, que contiene numerosos vasos sanguíneos que nutren el ojo. Esta inflamación puede causar daño al tejido ocular vital y llevar a una pérdida permanente de la visión.

Tipos

La uveítis se puede dividir en tres tipos según la parte del ojo afectada:

Uveítis Anterior

La uveítis anterior comienza de manera repentina y sus síntomas pueden persistir durante semanas o incluso más tiempo. Puede ser permanente, intermitente, afectar a un solo ojo (unilateral), a ambos ojos (bilateral) o alternar entre los dos ojos en momentos diferentes. Las causas de la uveítis anterior son variadas e incluyen:

  • Diopática (sin causa conocida)
  • Presencia del marcador genético HLA-B27
  • Uveítis de Fuchs
  • Uveítis herpética
  • Artritis Juvenil idiopática
  • Sarcoidosis
  • Tuberculosis
  • Sífilis
  • Trauma
  • Medicamentos
  • Síndrome de Behçet

Síntomas

Los síntomas incluyen enrojecimiento del ojo con o sin dolor, sensibilidad a la luz brillante, visión borrosa y la aparición repentina de "moscas volantes" (flotadores, manchas o nubes que se desplazan en el campo visual).

Tratamiento

El tratamiento principal implica el uso de gotas oculares, y en algunos casos, cuando está relacionado con enfermedades sistémicas, puede requerirse otro tipo de medicación.

Uveítis Intermedia

Cuando la inflamación ocurre en la parte media del ojo y es de origen desconocido, se conoce como pars planitis. Si se asocia con una enfermedad subyacente como sífilis o tuberculosis, se denomina uveítis intermedia. Suele afectar a niños y adolescentes, con un promedio de edad en Argentina de 16 años. En el 80% de los casos, es una enfermedad bilateral, lo que significa que se encuentra en ambos ojos en diferentes grados. Los síntomas pueden durar desde semanas hasta años, y esta variante puede presentar ciclos de mejoría y empeoramiento.

Tratamiento

El tratamiento varía desde la simple observación hasta el uso de corticosteroides tópicos o sistémicos, inmunomoduladores y, en casos graves, cirugía, según la gravedad de la afectación.

Uveítis Posterior

Cuando la inflamación se localiza en la parte posterior del ojo, se denomina uveítis posterior. Un ejemplo común en nuestro país es la toxoplasmosis ocular y el síndrome de Vogt-Koyanagi-Harada.

Toxoplasmosis Ocular

La toxoplasmosis ocular es la causa más común de uveítis posterior infecciosa a nivel mundial y puede generar complicaciones que ponen en riesgo la visión. Es el resultado de una infección causada por el parásito Toxoplasma gondii, que puede permanecer en la retina y reactivarse en cualquier momento de la vida, por razones aún no completamente comprendidas.

Prevención

  • Evitar consumir carne cruda o poco cocida.
  • Usar guantes y lavarse las manos después de trabajar en el jardín o manipular tierra.
  • Lavar cuidadosamente las tablas de cortar, los cuchillos y las manos después de manipular carne cruda.
  • Lavar las frutas y verduras antes de consumirlas.
  • Evitar consumir productos lácteos crudos o sin pasteurizar.
  • En caso de tener un gato, no alimentarlo con carne cruda ni permitir que cace fuera de casa.
  • Mantener a las mujeres embarazadas y a las personas inmunocomprometidas alejadas de la caja de arena del gato y evitar que la limpien.

Tratamiento

El tratamiento de la toxoplasmosis ocular implica la combinación de antibióticos para eliminar el parásito activo y corticosteroides para reducir la inflamación asociada. Además, puede dar lugar a complicaciones como cataratas, desprendimiento de retina y membranas epirretinianas, que pueden requerir tratamiento quirúrgico.